PATRIMONIO CULTURAL

La Iglesia de San Miguel de Gormaz y La Fortaleza Califal

Gormaz ofrece dos auténticas joyas históricas: la Ermita de San Miguel y la Fortaleza califal.

La Ermita de San Miguel fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de octubre de 1996. Hasta hace muy poco esta ermita enclavada en la ladera sur de Gormaz se utilizaba para guardar el ganado sin saber que tras sus muros se escondían excepcionales pinturas, que según cuentan fueron tapadas por las terribles epidemias de peste que azotaron al pueblo. Construida bajo la advocación de San Miguel, esta ermita se puede encuadrar entre finales del siglo XI y principios del siglo XII.

La caída de parte del estucado que cubre todo el interior ha propiciado el descubrimiento de interesantes restos de pinturas murales románicas que se han fechado entre 1125 y 1139 y sobre las cuales se ha hablado de una posible relación con las pinturas de San Baudelio de Berlanga y Maderuelo (en la actual provincia de Segovia).

Entre el 12 de mayo de 2009 y el 9 de enero de 2010 fue sede secundaria, junto a la ermita de San Baudelio, de la Exposición Las Edades del Hombre (El paisaje Interior) para lo cual se acondicionó el entorno para la llegada de turistas.

La fortaleza Califal de Gormaz fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el 3 de junio de 1931. La fortaleza fue conquistada por los cristianos en el 912 y volvió a manos musulmanas durante el califato de Alhakén II quien ordenó al general Galib su ampliación entre los años 955 y 966.

El castillo de Gormaz llegó a ser la fortaleza europea más grande de su época: con un perímetro amurallado de 1200 m, 446 m de largo, 28 torres y una forma muy alargada en dirección este-oeste.

El castillo de Gormaz se convirtió en pieza clave de la defensa musulmana contra los reinos cristianos del norte y contribuyó a mantenerlos alejados de Medinaceli. Fue una de las posiciones estratégicas más codiciadas por musulmanes y cristianos durante los siglos IX y X.